
Pautas para organizar un Viaje de Estudios
El principal objetivo y el propósito de nuestras escuelas es despertar la inteligencia en el educador y en el estudiante. Esto tiene que mantenerse a la vanguardia de todas las actividades en la escuela, tanto en la planificación como en el momento de la ejecución de dichas actividades.
Los viajes de estudios son muy valiosos ya que proporcionan a los estudiantes la oportunidad de aprender a través de los viajes, especialmente viendo lugares que de otra manera no pueden llegar a visitar. Aparte de esto, los viajes también proporcionan una pequeña ruptura con la monotonía que los estudios académicos suelen tener, una oportunidad para conseguir una estrecha interacción de todos los alumnos que es muy positiva y divertida, y una oportunidad para el profesor que puede observar e interactuar con el estudiante en una estructura diferente y más informal que el aula.
¿Cómo se puede planificar y organizar un viaje con estos objetivos? En este artículo voy a describir seis pautas que son muy útiles para este tipo de viajes de estudios educativos.
Planifique el viaje con un propósito
Tiene que haber un objetivo central del viaje. El mero hecho de visitar un lugar para hacer turismo no es lo ideal. Un tema amplio o una cuestión central proporciona un foco para el viaje.
Por ejemplo:
- Elegir un viaje de estudios con destino nacional, como puede ser Madrid, para conocer su inmenso patrimonio cultural y artístico.
- Elige un destino internacional como la Visita a Roma con el fin de conocer el centro del gran imperio romano.
- Hacer un crucero para estudiar y conocer las diferentes visitas culturales en las diferentes ciudades de paso.
Hacer un registro escrito sobre cada una de las visitas, así como en medios visuales
Esta es una parte muy importante del viaje. Cada alumno puede llevar un registro diario de sus observaciones. Estos podrían incluir respuestas a las preguntas formuladas por el profesor, las respuestas a las tareas establecidas, o las experiencias individuales y puntos de vista. Además de los registros escritos puede ser interesante realizar dibujos o un concurso de imágenes.
Por ejemplo, a los estudiantes se les puede pedir:
- Dibujar su monumento preferido.
- Escribir una historia sobre el viaje realizado.
- Concurso a la mejor fotografía cultural.
Organizar diferentes tareas individuales para tus alumnos
A dada estudiante se le puede asignar un tema de investigación individual que se origina a partir de observaciones reales. La investigación debe exigir al estudiante acercarse al conocimiento de la realidad Histórica, Geográfica y Humana de los distintos lugares que se van a visitar.
Fomentar valores
Ejercitarse en las actividades propias de toda persona: responsabilidad, puntualidad, respeto a los compañeros y profesores, respeto a las normas básicas de convivencia, colaboración, comportamiento adecuado en todos los ambientes (autobús, hoteles, museos, lugares públicos, …)
Preparar una serie de cuestiones de los ciudades a visitar
Otra opción positiva para hacer más educativo tu viaje de estudios, podría ser preparar una serie de cuestiones en los diferentes sitios a visitar en el viaje. Para buscar la reflexión de tus alumnos, esto es ideal para ayudarles a recordar lo observado y vivido.
Encuesta al finalizar el viaje de estudios
Puede ser interesante hacer un cuestionario a todos los alumnos que han participado en este viaje, ¿Cómo se lo han pasado en esta experiencia? ¿Cuál ha sido lo mejor y lo peor del viaje?, o ¿Qué han aprendido?… Diferentes preguntas que te ayudarán a comprender mejor lo que ha supuesto el viaje para tus alumnos y te ayudará a mejorar futuros proyectos.
Hacer un resumen de todo el viaje
Después de regresar de su viaje, el grupo podría hacer una presentación ante el resto de la escuela, llevar a cabo los aspectos más destacados, las observaciones, las investigaciones y las cuestiones planteadas y discutidas. Esta presentación puede hacerse atractiva con imágenes, dibujos y gráficos elaborados por los estudiantes. El acto de compartir las experiencias de un viaje educativo permitiría una cierta consolidación del aprendizaje colectivo que ha tenido lugar. Las experiencias individuales que cada uno de los alumnos vive en sus mentes, les ayudará a apreciar más profundamente la naturaleza de mirar, pensar y aprender. Al hacer pautas de este tipo, tus alumnos pueden venir con algo más que un simple viaje de estudios.